mércores, 16 de novembro de 2016

Rafael Alberti

Rafael Alberti nació en una familia de origen italiano (sus dos abuelos eran originarios de Italia) e irlandés (una de sus abuelas provenía de Irlanda) que se dedicaba al negocio del vino en Cádiz[cita requerida]. Cursó la primera enseñanza con las Carmelitas y después ingresó en el colegio de jesuitas San Luis Gonzaga del Puerto. La disciplina del colegio chocaba con el carácter del joven, que empezó a obtener malos resultados académicos, siendo expulsado en 1916 por mala conducta (a los 14 años de edad). No superó el cuarto año de bachillerato.

En 1917 se traslada a Madrid con su familia. Rafael decide seguir su vocación de pintor, demostrando gran capacidad estética para captar el vanguardismo de la época. Consigue exponer en el Salón de Otoño y en el Ateneo de Madrid.

En 1920 muere su padre. Ante el cuerpo yacente de su progenitor, Rafael escribe sus primeros versos. Nace el Alberti poeta. Una afección pulmonar le obliga a desplazarse a la localidad segoviana de San Rafael, en la Sierra de Guadarrama. En el retiro, comienza a trabajar los versos que luego formarían Marinero en tierra.

Restablecido, regresa a Madrid donde empieza a frecuentar la Residencia de Estudiantes y se rodea de otros poetas. Conoce a Federico García Lorca, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego y otros jóvenes autores que van a constituir el más brillante grupo poético del siglo XX.

En 1925, recibe el Premio Nacional de Poesía por Marinero en tierra4 convirtiéndose en una figura preeminente de la lírica española.

En 1927, con ocasión del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora, aquel grupo de poetas decide rendir un homenaje en el Ateneo de Sevilla al maestro del barroco español. Aquel acto supuso la consolidación de la llamada Generación del 27, protagonista de la edad de plata de la poesía española.

En los años siguientes, Alberti sufre una crisis existencial debida a su delicada salud, sus penurias económicas y la pérdida de la fe. La evolución de su conflicto interior se manifiesta en su poesía de estos años: en Sobre los ángeles toca un fondo de desolación que sólo superará mediante el compromiso político. Durante la dictadura del general Primo de Rivera participa en revueltas estudiantiles, apoya el advenimiento de la Segunda República Española y se afilia al Partido Comunista. Para él, la poesía se convierte en un arma necesaria para sacudir conciencias, una forma de cambiar el mundo.5

En 1928 se encontraba viendo la final de la Copa del Rey de Fútbol entre el FC Barcelona y la Real Sociedad donde destacó el portero culé Franz Platko. El poeta le dedicó un poema por su espléndido partido.6

En 1930 conoce a María Teresa León, con la que fundaría en 1933 la revista revolucionaria Octubre. Viaja a la Unión Soviética donde asiste a una reunión de escritores antifascistas.

En 1936 estalla la Guerra Civil. Durante este periodo Alberti fue miembro de la pro-republicana Alianza de Intelectuales Antifascistas junto con otros autores como María Zambrano, Ramón Gómez de la Serna, Miguel Hernández, José Bergamín, Rosa Chacel, Luis Buñuel, Luis Cernuda, Pedro Garfias, Juan Chabás, y Manuel Altolaguirre entre otros. En su actividad, además de la propiamente cultural, se hicieron manifiestos, charlas y llamamientos contra el ascenso del fascismo que veían representado en el Ejército sublevado de Franco, y se publicaron boletines y revistas entre las que destacó El Mono Azul. Allí, como responsable de la sección "A paseo" Alberti se lamenta con tono desenfadado sobre la actitud de personalidades culturales consideradas reacias o no particularmente comprometidas con la lucha contra el fascismo, entre los que figuraban Unamuno o sus antiguos amigos Ernesto Giménez Caballero y Rafael Sánchez Mazas Sin embargo y contrariamente a lo insinuado de forma indocumentada por autores ideológicamente enfrentados a Alberti,7 el poeta siempre militó por el tratamiento humano del enemigo, incluso en medio de los fusilamientos y bombardeos franquistas.8 Precisamente para evitar la destrucción del patrimonio español por los bombardeos de los sublevados, colabora en la evacuación de los fondos del Museo del Prado, al tiempo que acoge a intelectuales de todo el mundo que apoyaban a la República y llama a la resistencia del Madrid asediado recitando versos que se difunden hasta los frentes de batalla. Así el dedicado al 18 de julio.9
Regreso de Alberti a España en 1977.

Tras la derrota republicana, Alberti y María Teresa León optan por el exilio. Se trasladan a París hasta que el gobierno de Pétain les retira el permiso de trabajo por ser considerados comunistas peligrosos. En 1940 y ante la amenaza alemana, se embarcan en Marsella a bordo del "Mendoza" rumbo a Buenos Aires donde llegaron el 2 de marzo de 1940. Vivirán en Buenos Aires y en la estancia El Totoral de Córdoba. En Argentina nace su hija Aitana.10 En Chile serán acompañados por Pablo Neruda. Vivieron también en Punta del Este y en Roma.

Alberti regresa a España en 1977, después de la muerte de Franco y la instauración de la monarquía. Ese año es elegido diputado al Congreso en las listas del Partido Comunista, pero no tarda en renunciar al escaño para continuar en Roma su trabajo como poeta y pintor.11

A partir de entonces asistió a recitales, conferencias y homenajes multitudinarios. No consiguió sillón en la Academia, pero obtuvo el mayor reconocimiento literario, el premio Cervantes, que se le adjudicó en 1983. Antes había sido distinguido con galardones internacionales como el Lenin de la Paz (1965) y el premio Roma de Literatura (1991), además del Nacional de Teatro (1980). Renunció al otro gran galardón de las letras españolas, el Príncipe de Asturias, debido a sus fuertes convicciones republicanas.

El 28 de octubre de 1999 murió en su casa de El Puerto de Santa María, en su ciudad natal. Sus cenizas fueron esparcidas en el mismo mar de su infancia, aquel que cantó en su obra "Marinero en Tierra

 Resultado de imagen de rafael alberti
Aqui podemos ver un video sobre este personaje

.

Ningún comentario:

Publicar un comentario