Nunca concederé la corona [imperial] a Berengario hasta que se comprometió a tomar la marca [de Istria] de Albino, y se la de a un mejor hombre.
Sergio reconstruyó el palacio de Letrán, que había sido destruido por un terremoto en 896 y luego despojado de sus tesoros por el antipapa Cristóbal. Sergio lo reformó con objetos, imágenes y crucifijos, y decoró sus paredes recién construidas con frescos.31 32 En 905 proporcionó fondos para la iglesia de Silva Candida, la cal sido devastada por una incursión sarracena.33 También ayudó con la reconstrucción de la abadía Nonantola, que había sufrido ataques de los magiares,34 y finalmente concedió privilegios a algunos monasterios e iglesias de Francia Oriental y Occidental.
Relación con ConstantinoplA

Sergio, al igual que sus predecesores, siguió defendiendo la cláusula Filioque del símbolo niceno, la cual estaba en contra de la postura de la Iglesia de Oriente. Los legados papales que asistieron al sínodo de Trosle en junio de 909 atacaron la posición bizantina, resultando que el sínodo la condenara en el decimocuarta canon:35
Como la Santa Sede Apostólica ha tenido conocimiento que los errores blasfemos de un cierto Focio contra el Espíritu Santo son todavía vigorosos en Oriente, errores que enseñan que el Espíritu Santo no procede del Hijo, sino solo del Padre, venerables hermanos, los exhortamos junto con nosotros, que de acuerdo con la advertencia de las normas de la sede romana y después de un cuidadoso estudio de las obras de los Padres, a extraer del Escrito Sagrado un carcaj de flechas suficientemente afiladas para matar al monstruo que está resurgiendo en vida.
Casi un siglo más tarde, esta decisión dio lugar a la eliminación del nombre de Sergio de los dípticos por parte de Sergio II, patriarca de Constantinopla.36
Sin embargo, el principal problema con Constantinopla que se presentó durante el pontificado de Sergio fue la cuestión del cuarto matrimonio del emperador bizantino León VI. Tanto el emperador, que quería casarse con Zoe Karbonopsina, como Nicolás I, patriarca de Constantinopla, hicieron un llamamiento a Sergio. El papa envió legados papales a Constantinopla, donde apoyaba al emperador un cuarto matrimonio no había sido condenado por la Iglesia en su conjunto.37 Ante la renuencia de Nicolás de aceptar este fallo, León VI lo depuso, con lo que Nicolás hizo un llamamiento al papa alegando que su deposición era injustificada.
Supuesta relación con Marozia
La relación entre Sergio y la familia de Teofilacto se volvió incluso más más cercana gracias a, al menos según los rumores, una supuesta relación con la hija de Teofilacto, Marozia. Esta supuesta relación fue promovida por la madre de Marozia, Teodora, y fruto de esta nació un niño varón que con el pasar del tiempo se convirtió en el papa Juan XI (931-935).38 39 La única fuente de este relato es el cronista Liutprando de Cremona, quien narró los acontecimientos 50 años después del pontificado de Sergio. Ni Auxilius de Nápoles ni Eugenio Vulgarius, ambos contemporáneos y opositores a Sergio hicieron mención del suceso.40
La relación, aunque no imposible, ciertamente no habría persistido más allá del matrimonio entre Marozia y Alberico I de Spoleto en 909. El problema surge en la existencia de la necesidad de Teofilacto y Teodora de atar Sergio a ellos por tales medios, sobre todo cuando Sergio ya estaba profundamente en deuda con ellos tras su elevación al papado, sumando el hecho de perder la oportunidad de vincularse con otra casa noble mediante el matrimonio de Marozia. El nacimiento del futuro Juan XI en el año 910, después de su matrimonio con Alberico, parece indicar que Sergio no fue el padre.41 Sin embargo, resulta muy inusual que el hijo mayor de una casa noble sea destinado a una carrera en la iglesia, en lugar de heredar el título de su padre. El hecho que su hermano menor Alberico tomó el lugar de su padre como duque de Spoleto, sugiere la posibilidad que Juan era ilegítimo, siendo Sergio el candidato más probable para ser su padre.
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